Chloe Bridgewater tiene 7 años y mucha ambición. La suficiente como para escribir una breve carta a Google expresando su deseo de un día trabajar en ese lugar.
Bridgewater dejó claro su interés en las computadoras, así como su deseo de trabajar para una fábrica de chocolate y nadar en los Juegos Olímpicos.
Hace unas semanas, Chloe Bridgewater, de 7 años, habló con su padre, Andy, sobre su trabajo como gerente de ventas de piezas de refrigerador y, después, le preguntó si le hubiese gustado tener otro empleo.
Aquella respuesta fue fruto de unas inocentes palabras que Chloe compartió con él en su carta: “realmente no sé lo que es una solicitud de trabajo, pero mi padre dijo que, por ahora, una carta será suficiente”. También aprovechó para hacerle saber cuáles eran sus habilidades: “Mis profesores han dicho a mi madre y a mi padre que soy muy buena en clase y que se me da bien la ortografía, la lectura y hacer sumas. Mi padre me regaló un juego en el que tengo que mover un robot arriba y abajo. Dijo que me iría bien aprender sobre ordenadores”.
El mensaje impresionó al CEO, Sundar Pichai, y este decidió responder.
Una muestra de que con esta carta no ha conseguido un empleo, se ha llevado algo mucho más valioso: confiar en que puede conseguir cualquier cosa que se proponga.
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