A medida que la comunicación online y las redes sociales son cada vez más parte de la sociedad dominante, también lo es la forma en que las organizaciones manejan el acoso cibernético y el discurso violento.
Lo que hace mucho tiempo podría haber sido visto como un ruidoso pero inofensivo golpe de pecho entre tecnófilos, ahora se toma a menudo tan seriamente como las amenazas comunicadas a través del correo físico, la televisión o cualquier otro tipo de medios
Este fue el tuit que compartió el pasado 20 de agosto con el usuario @nemuismywife:
“¡Bastardo!, ¿de dónde saliste para picarme por todos lados mientras yo solo estoy tratando de relajarme y ver televisión? ¡Muere! (De hecho, ya estás muerto)”.