La pesadilla de la post-verdad produce máscaras. Algunas tan hiperrealistas como las que fabrica Landon Meier (Colorado, EEUU, 1975) en un taller a las afueras de Denver. “Llevo diseñando máscaras más de 17 años”, cuenta a Crónica el artista estadounidense y dueño de Hyperflesh, una empresa especializada en disfraces y réplicas faciales para los más adinerados entusiastas de las noches de Halloween. “Pero lo que ocurrió hace unos días en Monsterpalooza [convención mundial de maquillaje y efectos especiales que se celebra cada año en Los Ángeles] es algo para lo que no estaba preparado”.
Landon Meier el artista que las produce y vende en Denver, Colorado (EE. UU.), hasta por un valor de 4.500 dólares.
Su talento es evidente. No solo ha sido admirado por sus fanáticos sino por actores como Sophie Turner (Sansa) y Bryan Cranston (el temible Heisenberg). Una vez, la intérprete lamió la máscara de Tyrion en público y “muchas personas pensaron que era Peter Dinklage”, el actor que da vida al personaje.
Landon Meier, de 42 años, es un artista y escultor estadounidense. Se considera gran fan de Dalí y diseña máscaras hiperrealistas de famosos y políticos.
Su éxito: Recibe encargos de todo el mundo. Algunas de sus máscaras alcanzan los 5.000 euros.
Polémica: El vídeo de tres enmascarados (Trump, Putin y Kim) bailando en la convención Mundial de maquillaje.