Francia es el destino más cotizado para los amantes del nudismo. Al entrar, a O’Naturel’ los clientes se despojan de todas sus pertenencias y ropa, para disfrutar al natural, de la buena comida de este lugar.
En “O’Naturel“, una gran cortina blanca impide ver la vitrina de este restaurante voluntariamente disimulado en una calle tranquila en el este de la capital.
Los dueños del lugar son los gemelos Mike y Stéphane Saada, de 42 años, ex empleados en el mundo de los seguros que no practican el nudismo.
El restaurante situado en la rue de Gravelle, en el distrito XII, O’Naturel se encuentra en este antiguo barrio proletario camino de transformarse en barrio «bobó» -burgués bohemio-, con cierta vida nocturna de rompe y rasga, a dos pasos del Marais -barrio chic y adinerado, con flecos de la vieja bohemia-, y cerca de la plaza de la Bastilla.
Su decorado mínimalista, en blanco, azul y rosa, intenta adaptarse a una clientela cosmopolita, que es atendida por un personal joven, vestido con pulcritud estricta (como Dios manda).
En la cocina está prohibida la promiscuidad naturista: la legislación exige que la tropa cocinera respete las rigurosas normas de higiene.
En O’Naturel’, el cliente deja la ropa y el celular en el guardarropa y se queda solamente con las zapatillas que proporciona la casa, excepto las mujeres que prefieren dejarse puestos los tacones. El restaurante solo abre por las noches y hay que reservar previamente.
Aquí podrás comer mucho y no tendrás que preocuparte por desabrocharte el pantalón, como muchos de nosotros después de comer 🙂
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