Nadie está a salvo. Si bien es cierto que los ‘influencers’ son la presa perfecta para los cibercriminales, tú también podrías caer en sus trampas y perder el control de tu cuenta de Instagram.
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A estas alturas, poco importa el número de seguidores, si hay fotografías patrocinadas por marcas o no, ni tan siquiera resulta relevante si se enumeran por decenas o por miles los ‘me gusta’ que tengan las imágenes, los cibercriminales han ampliado su filtro y cada vez son más las cuentas de Instagram que son robadas. En España fue detenido un joven de 17 años por hacerse con hasta 200 perfiles.
Si bien es cierto que están más expuestos los ‘influencers’, que ganan cuantiosas sumas de dinero compartiendo vídeos o fotografías patrocinados por ciertas marcas, cualquier usuario de Instagram está expuesto a que alguien tome el control de su cuenta. De hecho, seguro que en alguna ocasión habéis visto como alguien compartía, sin saber cómo ni porqué, una imagen promocionando un producto aparentemente al azar.
El ‘modus operandi’
Son muy diversas y variadas las técnicas que utilizan a día de hoy los Cibercriminales para tomar el control de las cuentas que asaltan. No obstante, según los testimonios de las agencias y los usuarios que han sido engañados en los últimos meses, la que más de moda está es el ‘phishing’. Los ‘influencers’ reciben un correo electrónico a través del cual se ponen en contacto con ellos los supuestos responsables de alguna herramienta social que les permite analizar su cuenta de Instagram. Utilizan nombres de empresas y recursos que realmente existen, como puedan ser Plann, Iconosquare o Squarelovin.
Sin embargo, lo que hacen es mandar el acceso no a la herramienta en cuestión, sino a un clon fraudulento de la misma, de tal modo que la dirección de la web en lugar de ser ‘.com’ es ‘.biz’ o algo similar. Así, al introducir los datos de acceso a su perfil de Instagram para poder registrarse en dicha plataforma, los asaltantes pueden recopilar esa información para entrar y, en un abrir y cerrar de ojos, cambiar la contraseña y el email de acceso para tomar el control del perfil de esta persona. Quienes han sufrido robos de sus cuentas por medio de este método aseguran que en apenas unos minutos los cibercriminales habían comenzado a mandar ‘spam’ a sus seguidores.
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